Imagina que tienes una hipoteca, que es básicamente un acuerdo con el banco para pagar tu casa a lo largo del tiempo. Cuando firmaste ese acuerdo, todo parecía perfecto: el interés que pagabas, el tiempo que tenías para devolver el préstamo y el dinero que te prestaron. 

Pero, como en la vida, las cosas cambian. Tal vez ahora tus ingresos son diferentes, o quizá las tasas de interés en el mercado han bajado y sientes que estás pagando de más. ¿Qué puedes hacer? No estás atrapado con esas condiciones para siempre. Aquí es donde entra la novación de hipoteca.

¿Qué es una Novación de Hipoteca?

Una novación de hipoteca es, básicamente, la modificación o actualización de las condiciones de tu préstamo hipotecario sin necesidad de cancelarlo y contratar uno nuevo. Es un acuerdo entre tú y la entidad financiera para Refinanciar tu Hipoteca, es decir, cambiar alguno o varios de los términos que inicialmente se establecieron en el contrato de hipoteca. 

No estás cancelando la hipoteca ni empezando de cero; simplemente estás renegociando algunas condiciones para que se adapten mejor a tu vida actual.

¿Qué podemos modificar con la Novación Hipotecaría?

Aquí es donde la cosa se pone interesante, porque hay varios cambios que puedes hacer. Te los explico uno por uno con ejemplos para que lo veas claro:

  1. Cambiar el tipo de interés: Cuando firmaste tu hipoteca, elegiste si querías un interés fijo (pagas siempre lo mismo cada mes) o variable (lo que pagas sube o baja según el mercado). Con una novación, puedes cambiarlo. Por ejemplo, si tienes un interés variable y ves que las tasas están subiendo mucho, podrías pasarte a un interés fijo para tener tranquilidad.
  2. Alargar el plazo: Si ahora mismo te cuesta llegar a fin de mes, puedes pedirle al banco que extienda el tiempo para devolver el préstamo. Imagina que te quedan 15 años por pagar; podrías alargarlo a 20 años. Esto hace que las cuotas mensuales bajen, aunque pagarás más intereses al final porque estás más tiempo devolviendo el dinero.
  3. Acortar el plazo: Al revés: si te va bien económicamente, puedes decir: “Quiero pagar la hipoteca en 10 años en vez de 15”. Las cuotas serán más altas, pero terminarás antes y pagarás menos intereses en total.
  4. Pedir más dinero: A veces necesitas cash extra, como para reformar la cocina o comprar un coche. Con una novación, puedes ampliar el préstamo. Por ejemplo, si te prestaron 100,000 € para la casa, podrías pedir 20,000 € más, y todo sigue dentro de la misma hipoteca.
  5. Cambiar quién paga la hipoteca: Si te divorcias o quieres que otra persona (como tu pareja o un familiar) entre en la hipoteca contigo, puedes modificar los nombres de los responsables del préstamo.

Ojo: hay algo que a veces se confunde con la novación, que es la subrogación de hipoteca. La subrogación es cuando cambias tu hipoteca a otro banco porque te ofrecen algo mejor, pero sin tocar las condiciones del préstamo. En la novación, te quedas con el mismo banco y ajustas las reglas.

¿Cómo se hace una novación? El paso a paso

No es algo que puedas decidir únicamente tú y ya; el banco tiene que estar de acuerdo. Aquí te contamos cómo funciona el proceso:

  1. Habla con el banco: vas al banco y les dices: “Quiero cambiar esto de mi hipoteca”. Ellos miran tu caso (si pagas a tiempo, cómo estás económicamente) y te dicen si aceptan y qué condiciones pondrían.
  2. Llegan a un acuerdo: si el banco dice que sí, preparan un papel con las nuevas reglas de tu hipoteca. Por ejemplo: “Ahora pagarás un interés fijo del 2% en vez del variable”.
  3. Firma ante un notario: igual que cuando firmaste la hipoteca original, tienes que ir a un notario (una persona que hace que los documentos sean legales) y firmar el nuevo acuerdo. Es un trámite oficial.
  4. Regístralo: el cambio se anota en el Registro de la Propiedad, que es como el “diario oficial” de las casas, para que quede claro que tu hipoteca ahora es diferente.

¿Cuánto cuesta una novación?

Hacer una novación no es gratis, y es importante que lo sepas. Hay varios gastos:

  • Notario: Por firmar el nuevo acuerdo.
  • Registro: Por anotarlo en el Registro de la Propiedad.
  • Comisión del banco: Algunos bancos te cobran un extra por hacer el cambio (por ejemplo, un porcentaje del préstamo).

Estos costos suelen ser más bajos que cancelar la hipoteca y abrir una nueva, pero aun así, tienes que calcular si te compensa.

¿Cuándo vale la pena hacer una novación? Sus ventajas

Te doy algunos ejemplos para que veas cuándo puede ser una buena idea:

  • Si las tasas de interés bajan: Si el mercado está ofreciendo intereses más bajos que cuando firmaste, cambiarte a uno menor te ahorra dinero.
  • Si necesitas ajustar tus pagos: Si te cuesta pagar ahora, alargar el plazo te da un respiro; si te sobra dinero, acortar el plazo te libra antes.
  • Si necesitas más dinero: Ampliar la hipoteca puede ser más fácil que pedir otro préstamo.

Pero ojo, no siempre es buena idea: sus desventajas

  • Si los gastos son muy altos: Si lo que pagas por hacer la novación es más que lo que ahorras, no merece la pena.
  • Si vas a vender la casa pronto: Si te mudas en un año, no te dará tiempo a sacarle partido al cambio.

La Ley Española sobre Novaciones

En España, hay una ley (la Ley 2/1994) que regula las novaciones y subrogaciones. Esto significa que los bancos no pueden cobrarte comisiones altísimas ni ponerte trabas sin razón. Si tienes un buen historial pagando, tienen que, al menos, considerar tu propuesta.

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