En la actualidad, el seguro de decesos va más allá de la simple cobertura de los gastos funerarios. Las aseguradoras han adaptado sus servicios a las nuevas demandas tecnológicas y sociales, ofreciendo planes más completos que incluyen desde asistencia jurídica y psicológica hasta la gestión del “legado digital” del fallecido. A continuación, analizaremos qué es un seguro de decesos, qué coberturas ofrece y cuáles son las principales tendencias de este producto en 2025.
¿Qué es un Seguro de Decesos?
Un seguro de decesos es una póliza que tiene como finalidad principal cubrir los gastos y gestiones relacionadas con el fallecimiento de la persona asegurada. A pesar de que su esencia no ha variado drásticamente en los últimos años, en 2025 muchas compañías han incorporado coberturas y servicios adicionales adaptados a las nuevas necesidades sociales y tecnológicas.
¿Qué cubre un Seguro de Decesos?
A grandes rasgos, esto es lo que suele cubrir un seguro de decesos en España:
Gastos funerarios básicos
- Traslado del fallecido (en el ámbito nacional y, en muchas pólizas, también internacional).
- Servicio funerario completo (ataúd o urna, tanatorio, ceremonia, flores, etc.).
- Trámites administrativos (certificados de defunción, obtención de licencias y permisos).
Servicios opcionales y complementarios
- Repatriación desde el extranjero: Algunas pólizas incluyen la repatriación del asegurado en caso de fallecimiento en otro país.
- Asistencia en viaje: Coberturas médicas o jurídicas en caso de emergencia durante viajes, que ayudan si ocurriese un fallecimiento lejos del domicilio habitual.
- Asesoría legal y administrativa: Muchas compañías ofrecen orientación y gestión de documentos para herencias, testamentos y bajas de contratos o suscripciones del fallecido.
- Atención psicológica: Apoyo o asistencia psicológica para familiares en el proceso de duelo.
- Gestión del “legado digital”: Un servicio cada vez más común que facilita el cierre o la gestión de cuentas en redes sociales, suscripciones online y otros servicios digitales del fallecido.
- Cobertura para familiares: Algunos seguros permiten extender las coberturas a varios miembros de la familia bajo la misma póliza.
Novedades y tendencias hacia 2025
- Servicios digitales integrales: Cada vez más aseguradoras incluyen plataformas en línea para agilizar la tramitación de documentos, la solicitud de servicios y la comunicación con familiares.
- Coberturas ecológicas o “funerales verdes”: Opción de ceremonias más respetuosas con el medio ambiente, con urnas biodegradables y servicios de cremación con menor huella de carbono.
- Atención híbrida (telefónica y virtual): Canales de atención al cliente que combinan la asistencia telefónica tradicional con aplicaciones y asesorías por videollamada.
- Planes flexibles: Mayor personalización de las coberturas para adaptarse a diferentes perfiles de asegurados (jóvenes, familias, personas mayores) y presupuestos.
¿Cuál es el capital asegurado en decesos?
El capital asegurado de una póliza de decesos depende del lugar seleccionado por el asegurado para realizar el sepelio, así como las garantías contratadas por éste.
Estas pólizas son de carácter vitalicio, por lo que el contrato de la misma se mantendrá hasta el fallecimiento del usuario, a no ser que sea cancelado antes de que eso ocurra. Por eso, una vez haya terminado el contrato como consecuencia de una defunción, dependiendo del caso, se podrá obtener aquel capital que no haya sido empleado para cubrir los gastos de aquello que se estipulaba en el contrato del seguro de decesos.
¿Quién puede contratar un seguro de decesos?
Cualquier persona con residencia en España puede contratar un seguro de decesos.
En muchas ocasiones, este tipo de pólizas se incluyen dentro de los seguros de Asistencia Familiar, ya sea a título individual o familiar.
En otros casos el asegurado, también puede aplicar el seguro a sus descendientes.
Exclusiones y carencias en los seguros de decesos
Las pólizas pueden contar con un periodo de cadencia en el que el fallecimiento no está cubierto.
En este caso, las pólizas no suelen cubrir las muertes por desastres naturales, nucleares, radiaciones radiactivas, conflictos bélicos, actos terroristas o disturbios.
Cuando se trata de actos voluntarios por el asegurado, dependiendo del tipo de contrato con la aseguradora, unas aplicarán carencias de hasta más de un año, mientras que otras se muestran indiferentes ante dichas acciones.