¿Sabías que tus inversiones pueden ayudar a salvar el planeta y al mismo tiempo darte rentabilidad? ¿Sabías que más del 50% de los activos gestionados en España ya aplican criterios ASG (ambientales, sociales y de gobernanza)? Las inversiones sostenibles están revolucionando el mundo financiero.

¿Qué son las inversiones sostenibles?

Las inversiones sostenibles son aquellas que no solo buscan rentabilidad financiera, sino que también tienen en cuenta su impacto social y ambiental. Esto significa invertir en empresas, proyectos o fondos que respetan el medio ambiente, cuidan a las personas y mantienen buenas prácticas de gobernanza.

Los criterios ASG: clave para entenderlo

Cuando hablamos de inversiones sostenibles, siempre aparece el concepto de criterios ASG (Ambientales, Sociales y de Gobernanza). Estos criterios permiten evaluar si una inversión cumple con ciertos estándares:

  • Ambientales: ¿Cómo afecta la empresa al medio ambiente? ¿Reduce emisiones, gestiona residuos, usa energías renovables?
  • Sociales: ¿Cómo trata a sus empleados y comunidades? ¿Promueve la diversidad, respeta derechos humanos?
  • Gobernanza: ¿Tiene una gestión ética y transparente? ¿Combate la corrupción, tiene políticas claras?

Tipos de productos de inversión sostenible

Existen varias formas de aplicar estos principios a la práctica:

Fondos de inversión ESG

Son fondos que seleccionan activos basándose en los criterios ASG. Puedes invertir en ellos para diversificar tus inversiones y apoyar negocios responsables.

Bonos verdes y sociales

Estos bonos financian proyectos específicos, como energías renovables, vivienda social o eficiencia energética. Invertir en ellos te permite apoyar directamente iniciativas que generan un impacto positivo.

¿Por qué elegir inversiones sostenibles?

  1. Rentabilidad a largo plazo: Aunque algunos creen que priorizar lo sostenible reduce las ganancias, los estudios demuestran lo contrario: las empresas responsables tienden a tener mejor desempeño a largo plazo. ¿Por qué? Porque gestionan mejor los riesgos, son más resilientes y tienen mejor reputación.
  2. Reducción del riesgo financiero: Las inversiones tradicionales muchas veces no consideran los riesgos ambientales o sociales en el desarrollo de su propia actividad. En cambio, las sostenibles los incorporan, lo que puede evitar sorpresas negativas.
  3. Contribución al desarrollo sostenible: Al invertir de forma responsable, apoyas los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y promueves la economía circular, ayudando a construir un futuro más justo y verde.

Fuente: Qualitas funds

Checklist práctico: ¿cómo elegir bien?

  • Lee el DFI del fondo antes de invertir. 
  • Pregunta a tu banco sobre sus políticas ASG. 
  • Revisa informes y métricas de impacto. 
  • Evita greenwashing: busca indicadores claros y transparencia.

Regulación y transparencia: cómo se garantiza

La regulación europea ha avanzado mucho en este campo. Existen normativas oficiales como el Reglamento de Divulgación de Finanzas Sostenibles (SFDR, por sus siglas en inglés) y la Taxonomía de la UE, que obligan a los fondos a informar sobre su impacto sostenible y a clasificar sus productos según estándares claros. Estas normas, respaldadas por la Comisión Europea y organismos como la Autoridad Europea de Valores y Mercados (ESMA), aumentan la transparencia en inversiones y permiten al inversor elegir mejor

Conclusión: invertir pensando en el planeta y en tu bolsillo

Las inversiones sostenibles no son solo una moda; son una herramienta poderosa para generar rentabilidad a largo plazo mientras ayudas a resolver los grandes retos del mundo. Si quieres que tu dinero trabaje no solo para ti, sino también para la sociedad y el planeta, este es el momento perfecto para empezar.

Recuerda: cada decisión cuenta. Y la tuya puede marcar la diferencia.

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